Literatura de la Onda

Literatura de la onda

Para analizar la historia de México de la segunda mitad del siglo XX y comprender a profundidad la vida social de aquella época es importante que estudiemos los diferentes acontecimientos que tuvieron lugar a lo largo del tiempo.

Pero además de aprender acerca de los presidentes de México, las crisis que hubo en el país, los movimientos sociales entre otras muchas características importantes que destacan dentro del desarrollo histórico de un país, no debemos olvidar que la vida cotidiana de los ciudadanos es parte de la historia y del desarrollo cultural de un país, y parte muy importante, pues al fin y al cabo, ¿Quiénes son si no las personas comunes y corrientes los principales protagonistas de las batallas, las luchas, y las conquistas de una sociedad?

El arte es por excelencia el medio de expresión reconocido mundialmente, es una suerte de ventana al sentir de los protagonistas de la historia, y además de intentar expresar muy de cerca lo que vive una sociedad, cumple con la tarea de llevar ese relato a las personas que no forman parte de él. El cine de oro mexicano es un gran ejemplo de como la vida social es representada artísticamente y después compartida en otros lugares. Una película como los olvidados nos recuerda las situaciones de pobreza a las que muchas personas se enfrentan en nuestro país. Pero además del cine, el arte en general es un medio casi siempre de protesta y critica al gobierno o en su defecto a la sociedad entera.

La literatura Mexicana es una de las más fértiles y abundantes e influyentes del habla hispana y también es un caleidoscopio de estilos, grupos e influencias.

Hacia la segunda mitad del siglo XX la literatura Mexicana estaba ya dividida en grupos de escritores desde los oficiales como Octavio Paz, que en 1990 se convirtió en el único mexicano en recibir el premio nobel de literatura, pasando por los de la mafia, conformada por José Emilio Pacheco, Carlos Monsiváis, Salvador Elizondo, y Fernando Benítez, autor de los indios de México.

En el inter se encuentra la literatura de la onda, que es precisamente el movimiento literario que nos atañe y justo en el cual nos vamos a concentrar.

La onda es un movimiento literario que surge en los años 60’s conformado por nuevos jóvenes escritores que pretendían una ruptura en los cánones estilísticos aceptados hasta el momento.

Se le llamó onda a pesar de que los mismos “onderos” no se hagan llamar a sí mismos parte de la onda, porque en esa época los jóvenes, principalmente clase medieros bien acomodados, comenzaron a utilizar la palabra onda como muletilla, por ejemplo ¿Qué onda?, ¡Agarra la onda!, ¿Cómo está la onda? Y fue Margo Glantz quien le dio el nombre de “literatura de la Onda” a esta nueva propuesta estilística.

La narrativa propuesta por los principales representantes de la Onda, que son José Agustín, Parménides García Saldaña, Gustavo Zainz y René Aviles, conlleva un aire de rebeldía ante las normas establecidas, en la familia, en la sociedad y hasta la en la ideología política.

“Pero la Onda va mucho más allá del cliché idiomático, conlleva connotaciones de mayor envergadura pues retrata gran parte de los modos de vida, inquietudes y propósitos de los jóvenes sesentero (y posiblemente de los de finales de la década precedente), que podrían resumirse en el concepto de rebeldía ante los modelos sociales, familiares y hasta políticos establecidos. Sí, los anderos enarbolan el estandarte de la inconfonnidad y se empeñan en azotarla en el rostro de quienes representan los motivos de tal descontento.” (Fuentes, 2013)

Esta nueva forma de escribir, fue muy criticada al principio por los críticos del momento, lo que sucedía era que no podían comprender como era posible que estos nuevos escritores relataran sus historias alrededor de prácticas banales como conversaciones por teléfono de una pareja, sin mucho contenido profundo, cayendo en l banal o por ejemplo un grupo de amigos reunidos en una cafetería hablando de los ligues del fin de semana, del rock n’ roll, criticando al gobierno, a la familia, a la religión, fumando mariguana, mentándose la madre o albureándose.

Pero esta es precisamente una de las características principales de la nueva narrativa, pues introduce a los jóvenes como protagonistas de las novelas, con todo su estilo de vida, con sus preocupaciones, y sus prácticas por muy sin sentido que parecieran.

“Y hay muchos más distintivos de esta generación de escritores. Por principio de cuentas, considérese el hecho de que los adolescentes refulgían por su ausencia en la narrativa mexicana; por extraordinario que pueda parecer, los muchachos de ese estrato (capitalinos de clase media acomodada) parecían no existir, y cuando aparecían en cuentos y novelas lo hacían a manera de figuras decorativas, de comparsas, nunca como protagonistas principales.” (Fuentes, 2013)

Entonces los críticos del momento no reconocían a la literatura de la onda como legitima, incluso dijeron que no era literatura, sino, simplemente escribir como se habla.

Lo más importante dentro de la literatura de la onda es que recata a los jóvenes de su existencia intrascendente y  los lleva a formar parte central de la novela, además de que es una literatura que marca un quiebre en las estructuras narrativas de la literatura oficial mexicana de la década, exponiendo su rebeldía y su descontento.

Es por esto que la literatura juega un papel muy importante en la vida social de un país y en su historia, porque de alguna forma creo que no hay mejor manera para poder comprender una sociedad si no es a través de sus historias, y la literatura hace eso, en muchas ocasiones contarnos historias, historias de la vida de la gente, historias de los acontecimientos más importantes de un país.

La literatura de la onda nos sirve mejor que muchas otras cosas para comprender el sentir y el pensar de los jóvenes de la clase media del México de los 60´s influidos por literatura norteamericana que despierta al “beat”, trasladándose a México a través de los jóvenes, de la música, del rock n’ roll.