sábado, 25 de mayo de 2013

ENSAYO SOBRE LA EXPOSICIÓN DE: EL EZLN


“EL EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL”




Desde mi punto de vista el movimiento zapatista, que en lo personal es un tema que me cautiva, no sólo puso la cuestión de la autonomía en el centro del debate político, particularmente en relación con los pueblos indígenas, sino que la misma fue constituyéndose en la cúspide de su proyecto político y de su propia dinámica.

Compañeros, recordemos que el movimiento no se redujo a los procesos autonómicos indígenas, sino que se encuadró en una discusión mucho, muchísimo más amplia sobre la autonomía relativa al estado y de los partidos políticos, pienso que sobre la autonomía en general.

Este movimiento social era la formación de un colectivo, un grupo  que se conduce de acuerdo a decisiones, formas y reglas de funcionamiento definidas por y para el mismo colectivo.

Dicha formación necesita procesos y arreglos que puedan revisarse y ponerse en cuestión constantemente con la finalidad de ir transformando toda relación de dependencia y subordinación que limite y condicione las propias acciones. 

Como pretendimos mostrarles Ricardo y yo en nuestra exposición, la construcción de autonomía no significa ausencia total de relaciones con otros, de ninguna manera. No se trataba de evitar o eliminar los vínculos con los demás, (por otro lado, imposible ya que somos seres sociales) sino establecer otros que se inclinen a no reproducir las relaciones de poder y subordinación.

Dicho lo anterior compañeros, resulta asimismo importante aproximarse a la cuestión a partir del estudio o análisis del movimiento zapatista y no sólo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) como todos nosotros lo conocemos, hay que ver la esencia de dicho movimiento, ver sus principios, cuáles son sus demandas, cómo se organizan, cómo inicia, se desarrolla y continúa este movimiento. 

La propia dinámica del proceso de construcción del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, llevó a relacionarse, durante los primeros años, con una serie de redes y procesos en las comunidades indígenas en Chiapas y, luego del alzamiento de 1994 en San Cristobal, con un amplio grupo de organizaciones políticas y sociales, intelectuales y personas que se sintieron identificados con el EZLN, como dije, el EZLN aún tiene mucho de foquismo. Es de la intersección e interacción de estos tres grupos, o sea: EZLN, comunidades indígenas y otros actores sociopolíticos mexicanos, donde se reunen una multiplicidad de actores, con diferentes compromisos, márgenes de autonomía y participaciones.

El Ejército Zapatista ocupa una posición central por ser el núcleo fulminante, y por la relevancia de sus iniciativas y discursos; pero el movimiento en su conjunto lo esparce. 

Es muy interesante darte cuenta que otras guerrillas si tienen sus jerarquía, en cambio el EZLN, no la tiene, se supone que el comandante son todo el pueblo, y Marcos solo es como una guía pero el mismo se hace llamar el sub comandante Marcos, él les ha servido de mucho, pues no tenían quien les pudiera explicar algunas cuestiones, enseñarles el idioma, el que escribe los comunicados, entre otras cuestiones.
 A su vez, al entrar en contacto con las diversas organizaciones, colectivos y personas, con sus luchas y demandas particulares, las iniciativas y discursos zapatistas son interpretados y resignificados, transformándolos y enriqueciéndolos cada vez más. Por eso no se pueda considerar al movimiento zapatista como un bloque homogéneo y monolítico, ni siquiera al interior de los grupos que lo conforman, sino como una estructuración compleja, con tensiones y contradicciones, eso sí, en constante movimiento y re configuración  siendo justamente este elemento vigoroso uno de los sellos distintivos del zapatismo.

Pienso que buena parte de los estudios sobre el zapatismo se centran en su producción discursiva y en las declaraciones de su principal portavoz, el Subcomandante Marcos, dejando de lado una multiplicidad de otros actores, dimensiones, prácticas y acciones políticas que permiten comprender más adecuadamente toda la riqueza y complejidad del zapatismo.
En particular, en lo que hace a las reflexiones de nuestra exposición, pensar los procesos de construcción de autonomía a partir del movimiento zapatista permite poner el acento en la necesaria articulación e interacción de dichos procesos, ¡Compañeros, NO debemos  verlos como fenómenos aislados¡.

Existe la posibilidad de poner en un primer plano los diferentes procesos y de que se enriquezcan y potencien recíprocamente. Pero, al mismo tiempo, también piensen que posibilita ver los limites de autonomía entre los diferentes grupos que conforman el movimiento.






Por Jessica Yadira Libreros García.

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